Los Reyes Magos me desplazaron 10.000 km

Cuenta la leyenda que los Reyes Magos vinieron de Oriente cargados de oro, incienso y mirra para alabar a un recién nacido. El niño se puso tan contento que el más anciano de los Reyes, Melchor, pensó que sería buena idea repetirlo cada año para todos los niños del mundo. Debatieron entre los tres sobre cómo podrían llevar regalos la misma noche a los millones de niños y llegaron a la conclusión de que necesitarían ayuda. Así fue como llamaron a los pajes para poder llevar a cabo su misión.

¡Ya llegan!

Los señores de Oriente nunca me han defraudado. La noche de Reyes, desde que era una renacuaja, es para mí la más especial del año. Mis padres me llevaban cada año a la zona norte de Tenerife. En El Sauzal se celebraba un espectáculo digno de Broadway que dura al menos dos horas y con el que yo no era capaz de cerrar la boca. 

Al llegar a casa estaba tan sumamente nerviosa, que me resultaba imposible dormir. Lo intentaba con tanta fuerza para que las horas de sueño pasaran a cámara rápida, que no había manera de conseguirlo.

A las 6.00 am. ya tenía los ojos como platos, y me paseaba por toda la casa al grito de
“¡Ya vinieron los Reyes!”.

Lo mejor de todo esto, es que actualmente lo sigo haciendo. A pesar de que esté independizada, me sigo despertando a la misma hora, y continúo con la tradición de vocear por toda la casa.

Hace ya años, desde que vivo en Madrid, que los Reyes Magos pasan por mi casa de Tenerife el día de Navidad. Y sabemos que son ellos, y no Papá Noel, porque el señor gordito que vestía de verde, y años después cambió el uniforme por el rojo que todos conocemos, necesita una chimenea para poder dejar con los regalos. Y como os podéis imaginar, en Canarias no es habitual tener una.

Quizás éste es uno de los principales factores por los que, según la última encuesta realizada, el 93% de los Canarios prefiere los Reyes Magos a Papá Noel.

Y es que los Reyes, son muy nuestros… la cabalgata, los camellos (aunque no le hayamos puesto nombre como a los renos de Papá Noel), el debate sobre cual es el Rey Mago favorito…

Ésta noche, por primera vez, un cinco de Enero, no dejaré mi zapato bajo el árbol. Ni leche ni galletas para recibir a sus Majestades y mis amigos los camellos.

Éste año me encuentro en el otro lado del mundo, con 30 grados y sin estar rodeada de los de siempre, pero con la misma ilusión (o más) que cualquier otro. Y es que estoy segura de que todo esto, en parte se lo debo a ellos. El primer deseo de mi carta a Melchor, siempre ha sido mi Rey favorito, fue comenzar el año con un proyecto que realmente me gusta. 

Estos dos días toca disfrutar del último aliento de la Navidad. Pronto habrá que deshacer la decoración, volveremos a la dieta y daremos paso a la famosa cuesta de Enero… 

Así que, mis queridos amigos de Las llaves de casa, espero que este año hayáis sido buenos, que disfrutéis de la ilusión de ésta noche mágica, de la familia y por supuesto de una taza de chocolate caliente y el riquísimo roscón. Y me cuenten que les han dejado los Reyes y cual es su Rey favorito. Y si consideran que Papá Noel nos está comiendo terreno.