Carta abierta a Manuel Morales do Val: No confundamos términos.

En mayúsculas, amparado por paréntesis y en tono grisáceo, lo primero que alcanzo a ver en el artículo del señor Morales do Val es: “Crónicas bárbaras”. Y desde luego yo no me atrevería a describirlo mejor. No sé si es consciente de las barbaridades que llega a escribir, o tan sólo pretendía aquello de “que se hable mal, pero que se hable…”

Tengo 24 años, y hasta hace sólo un par, no tenía ni idea de qué era el feminismo. Por desgracia, era un término muy ajeno y confuso. En muchos momentos, llegué a entender que era el antónimo de machismo… Nadie lograba explicarme con claridad qué era. Muero de pena y de vergüenza por ello.

La única conclusión a la que llego es que tenemos un problema de educación enorme. A pesar de que en los medios de comunicación, hace ya años que se cubren las noticias de la lacra machista, creo que a “grosso modo” una gran parte de la sociedad confunde los términos. Así que para poder empezar a entendernos, copio la definición de feminismo según la RAE de feminismo:

Del fr. féminisme, y este del lat. femĭna 'mujer' e -isme '-ismo'.

1. m. Ideología que defiende que las mujeres deben tener los mismos derechos que los hombres.

Ni una menos

IGUALDAD. ¡Si!, igualdad. Por eso cuando encuentro términos como “femi-nazi” o feminismo radical cómo lo describe el periodista que firma este bochornoso artículo, me reafirmo en que de verdad no puede saber de lo que habla.

El señor Morales, entiende que “la fiebre del feminismo está llegando tan lejos, que
los medios informativos no se atreven a recordar que hay  mujeres que se entregan voluntariamente a hombres violentos, a sabiendas de que pueden llegar a matarlas".

¿En serio? Hay veces en las que si uno no sabe de lo que está hablando, mejor quedarse callado. En su caso no escribir.

Un maltratador NO es un hombre que va agrediendo a las personas con las que se topa en el supermercado, que en las primeras citas escuchas cómo le grita a su familia por teléfono, y si un policía le pide la documentación por la calle le escupe en la cara. Un maltratador, por norma general, es una persona sociable y divertida en las reuniones sociales. Que se presenta como alguien encantador y empático. ¡El alma de la fiesta! Y le aseguro, que no hablo desde la ignorancia, le aseguro que no escribo ésto después de leer un libro de psicología y hacerme la entendida. Escribo esto, porque conozco a más de uno, y lo he vivido de forma muy cercana.

La violencia machista se instala en las relaciones de manera gradual. El maltratador aleja a la víctima de familia y amigos. Le hace entender que no tiene nada más. Que sólo lo tiene a él. Un lobo con piel de cordero, y le aseguro que no enseña la pezuña de su patita, hasta que es demasiado tarde. Los maltratadores, señor Do Val, no llevan un cartel en la frente en el que pone SOY UN AGRESOR. Por eso, me parece un insulto gravísimo a la inteligencia femenina todo lo que usted escribe. Dando a entender que las víctimas de malos tratos son víctimas porque quieren. Que si una mujer es asesinada por su pareja, obviamente ella puso de su parte. Porque… ¿cómo es posible que te puedas enamorar de una persona así, no? 

Apela usted al primer asesinato machista de éste 2017, donde una mujer de 40 años, profesora de la Universidad, fue asesinada por su pareja de 20. Un colombiano con antecedentes y “chungo y malote” según cita. Así que, ¡claro! Desde luego es culpa de ella, ¿cómo una persona con estudios podría dejarse humillar y maltratar? Eso es sólo cosas de catetas que no saben hacer la o con un canuto, o en su defecto, si han terminado el bachillerato, se dejan maltratar porque es lo que les gusta.

Transcribo literalmente parte de su artículo: “Mujeres así, se convierten voluntariamente en esclavas sexuales de posibles asesinos. Los siguen suicidamente por el placer físico que les proporcionan” De verdad que en mi vida, había leído algo tan bizarro… Ah, espera, que si, que todavía le quedan más disparates por decir: “Al culpar SÓLO al asesino, el feminismo más activo facilita la continuidad de esta cadena mortal” ¿Al culpar sólo al asesino? No doy crédito…

Por lo que leo, entiendo que es usted de la creencia, que si yo visto con una minifalda por la calle, voy provocando. Que por supuesto, lo más lógico es que alguien me viole por hacerlo. Porque es mi culpa ir llamando la atención. Porque yo voy buscando que me pase algo así…

Mi vida no gira entorno a tu pene

Ahora es cuando entiendo los datos revelados en las encuestas de diciembre de 2016, donde sólo el 2.5% de la población española considera que la violencia machista es un problema grave. Y el porcentaje varía si la pregunta se dirige a un hombre: un 1.5% y las mujeres el 3.8%.

Y siento volver a discrepar con usted, pero no creo que debamos sólo educar a nuestras niñas, para que "se conviertan en mujeres responsables que eviten machos violentos", como dice usted. Debemos educar a nuestros niños, para que sepan respetar. Educar a nuestros hijos e hijas en el feminismo, que le recuerdo que significa igualdad.

Quizás así, evitaríamos tantas muertes. Quizás así, dejaríamos de confundir términos tan importantes. Quizás así, cuando nuestros hijos crezcan, y sean periodistas, puedan escribir con coherencia y dar ejemplo.