¿Y tú, aparte de ser actriz, a qué te dedicas?

Hace unos meses, una compañera y amiga de la profesión cumplía años. La mayoría de los asistentes a la fiesta eran actores o cantantes, aunque también asistieron profesionales de ámbitos muy diferentes. En medio de una conversación, una chica, lanzó la pregunta:

¿Y vosotros, aparte de ser actores, a qué os dedicáis?

La pregunta sentó como un jarro de agua fría en la mayoría del grupo. Algunos se lo tomaron a risa y el resto quedó con cara incrédula sin saber a qué se refería. Uno de los actores más veteranos, le preguntó a qué se dedicaba ella... Respondió que era empresaria. Tras la respuesta, el actor volvió a preguntar… ¿Y aparte de ser empresaria, a qué te dedicas?. Debatimos sobre ello durante un rato y quisimos hacerle entender que ser actor es una profesión en sí. No es un mero pasatiempo, mientras nos dedicamos a “trabajos de verdad”.

A la Dra. Aguilar (Olmos y Robles) le tocó hacer cosas poco ortodoxas.

Éste fin de semana, tras acabar la segunda función de “El arte de Mentir”, volvió a sonar la pregunta… ¿Y tú aparte de ser actor, a qué te dedicas?

Dicen que “cuando el río suena, agua lleva”. Y es que si “la duda” ha sonado en
dos ocasiones en menos de tres meses, solo en mi entorno, quizá sea una duda más generalizada de lo que pienso.

Éstos días he reflexionado mucho acerca del tema. No cuento nada nuevo, al decir que: la interpretación es una de las profesiones más inestables del mundo. De hecho, el 28 de septiembre de éste año, el informe socio-laboralque realiza Aisge cada año, ha revelado datos desoladores. Sólo el 8,17% de los actores españoles pueden vivir de su profesión. Leyendo las cifras, ya no me parece tan descabellada la preguntita sobre si los actores tenemos que buscar “otros medios” para poder pagar el alquiler. Pero la cuestión va más allá, y es que ¡el 57% de nuestros intérpretes no consiguen empleo en el sector! Y las mujeres sufrimos una tasa de desempleo 6 puntos por encima de los hombres. Además, nosotras, si tenemos la suerte de conseguir trabajo, cobramos menos.

¿A qué se dedica un actor en paro?

Cuando formé parte de la sección Foto Fija de Aisge, me preguntaron esta cuestión:

—Si el teléfono dejara de sonar, y ojalá que no, ¿a qué cree que se dedicaría?

—A buscar alternativas: crearía una compañía con actores que estuvieran en mi misma situación o probaría suerte en otro lugar —respondí.

Me resulta curioso leer a mi “yo del pasado”. ¡Qué valiente!, o… ¡Qué fácil es hablar, Sarita!Lo cierto, es que hace cinco años que vivo de esto. Y a pesar de que estoy feliz con mis pequeños pasos, y mi breve trayectoria, he tenido momentos duros y difíciles. (¡Y los que quedan por venir!: Mensaje para la Sara del futuro). Pero para ser sincera, en cada momento de dificultad he reaccionado de formas muy distintas. Han existido momentos en los que he pensado de manera fría y práctica, buscando trabajos temporales con los que poder subsistir, momentos en los que te obcecas con que suene el teléfono y no sales del bucle. Momentos en los que empleo mi tiempo formándome en todo lo relacionado con mi actividad artística. Y momentos, en los que “me he liado la manta a la cabeza” y he montado mi propia compañía generando, mi propio trabajo.

Pero hace unos días, apareció una palabra nueva para engrosar mi vocablo: PUNCH.

¿Qué es el PUNCH?

“El empuje”. Gente entusiasta y con iniciativa. Emprendedores. En América la gente tiene PUNCH, no espera a que suene el teléfono. Estudian dirección, interpretación, producción, cantan, tocan el piano…

La escuché por primera vez, hace poco, cuando asistí al estreno del nuevo cortometraje de Fanda Films  (el cual os recomiendo) y el presentador del evento se refirió al término del que les hablo: Punch.

Y es que quizá de eso se trate. Mismamente yo, ahora mismo me encuentro en un momento muy punch. He descubierto que realmente “si quieres, puedes”. Que existen soluciones alternativas y/o complementarias para el gremio interpretativo. Pero la base está en no tener grandes aspiraciones con tus nuevos objetivos. Sino plantearlo de manera humilde y concienzuda. Lo que está claro es que el actor necesita estar en continuo entrenamiento, o corremos el riesgo de oxidarnos. Si cuando te convocan a un casting, llevas un año sin trabajar, es muy probable que vuelvas a estar verde, y que en esos quince minutos en los que tienes que demostrar que eres la mejor opción para enfrentar ese personaje, no des la talla. Por eso, considero tan necesaria la formación, el reciclarse, no esperar en el sofá (aunque te lo puedas permitir) a que suene el dichoso teléfono.

Volviendo a la pregunta: ¿aparte de ser actriz a qué te dedicas? Quiero recalcar que, aunque las profesiones artísticas son complejas e inestables, son profesiones en sí. La era de los cromañones en la cual cuando le decías a tus padres que querías ser artista, y ellos te tomaban por tont@, o en el caso de las mujeres por prostitutas, está demodé. ¿En qué cabeza cabe que una carrera de ciencias tenga más importancia que una artística? La desvalorización del arte y la cultura es, a mi parecer, un problema grave. Y es que como ya he dicho en otras ocasiones “una sociedad inculta, es una sociedad peligrosa”.

Señores y señoras..., ¡soy artista! Titiritera. Y no podría ser otra cosa, porque lo llevo dentro. Porque el arte es mi motor. Porque me gusta emocionar y que me emocionen. Y a pesar de las adversidades, de los obstáculos y las pegas, a pesar de que haya momentos en los que tenga que desempeñar otras funciones para pagar el agua y la luz: ¡soy actriz!

Me despido de éste café de Las llaves de Casa, con un video que me impresionó en su momento y en el que inevitablemente he pensado al escribir este post. Un video de mis compañeros Elio Gonzalez y Rubén Tejerina: “Muertos de hambre”.

¿Y vosotros..., pensáis que el mundo podría prescindir del arte? También pensáis que los artistas (escritores, pintores, músicos...) tienen que tener otra profesión?