¿Cómo despedirse de un personaje? ¿Cómo despedirse de una familia?

Agrio, el sabor que me queda tras abandonar un personaje y dejar atrás a todas las personas que lo han hecho posible. Esta profesión es así... Convives con un equipo de casi cien personas, con los que remas con todas tus fuerzas para llegar al mismo puerto y cuando llegas tienes que decirle adiós. Un equipo perfectamente estructurado donde cada uno lo hace lo mejor que sabe, para uso y disfrute del público. 

Y hoy es uno de esos días. El día del adiós. Mi último día de Leonor. Mi último día de "Las Grietas de Jara". Mi último día en Argentina.

El equipo de dirección más molón. El equipo de Las grietas de Jara.

A Fede lo pillamos un poco desprevenido.

No os podéis imaginar el miedo con el que subí al avión destino
Argentina. Hice maletas para dos meses. Temblorosa. Dubitativa: ¿Cómo será el equipo?, ¿trabajarán del mismo modo al que estoy acostumbrada?, ¿conseguiré dar el cien por cien de mi?. ¿conseguiré aguantar sin mi familia, sin mis amigos, sin mi chico, sin mis cachorros?.

Recuerdo aterrizar en Ezeiza, despistada, pequeña, muy pequeña... Allí la gran ciudad de Buenos Aires, que me recibió en un día lluvioso de verano. Estaba tan ansiosa, que en los cuarenta minutos de trayecto hasta el centro, fui incapaz de ver nada de lo que existía tras la ventana. Iba preguntando muchísima información que creía valiosa para tratar de desenvolverme por mi misma: restaurantes vegetarianos, casas de cambio, horarios, ensayos, transportes...

Ese mismo día de llegada, ya tuve pruebas de vestuario (cuando veáis la peli quizás os deis cuenta del guiño que quisimos hacerle a una de mis películas favoritas), reuniones y ensayos...

Mi Manu.

Con el señor Scarpelli.

Nico, David y yo modo albañil.

Las semanas comenzaron a transcurrir disfrutonas. Iba al rodaje incluso algunos de mis días libres. Me apetecía ver trabajar a mis compañeros, sentarme junto al director y el resto del equipo para disfrutar de cada segundo del proyecto. Me acogieron como una más. Cariñosos, atentos, divertidos... Me convertí en "la gallega loca que venía incluso cuando no le tocaba"

Y cuando parpadeé... ¡se acabó!. Mi aventura en el cono sur llegó a su fin. Tengo la impresión de que fue un simple parparedo.

Me despido entre sollozos de felicidad porque conocí un equipo cariñoso y muy trabajador. Porque hice amigos, tomé mate y tereré, bailé tango como una loca, fui a teatros, musicales, milongas, incluso conocí parte de Japón dentro de Buenos Aires (El Jardín Japonés es un post que tengo pendiente, porque hay cosas muy simpáticas que quiero compartiros).

Tantos miedos que traje en las valijas, que difuminaron sin darme cuenta... Las mismas valijas que traje me sirven para llevarme todas las experiencias vividas, a nuevos amigos, el conocimiento y el arte de muchos profesionales, la cultural de un país maravilloso... y sobre todo las ganas de volver.

Hoy termina mi historia en Las Grietas de Jara. Ahora toca relajarse, disfrutar del trabajo hecho y morderse las uñas hasta junio para ver el resultado... ¡qué ganas de que la veáis!

Osvaldo y Bea: ¡Os quiero todo el rato!

Matías y Nico en noches de obras.

Mi mejor amiguete.

Solo me queda dar las gracias, a Claudia Piñeiro, porque la historia comenzó por ti. A mí Nico: porque quisiste contar esta historia, porque me regalaste a Leonor y por hacérmelo todo tan fácil. A Marilu: que siempre confías en mí... Sabes que te quiero y te admiro. A Santiago, porque este viaje sin ti, no hubiera sido lo mismo. A Cindy: por cuidarme tanto desde el primer día y abrirme las puertas de tu casa... Eres increíble. A Joaquín, porque gracias a ti Leonor es diferente, porque he disfrutado mucho a tu lado. A Manu: eres la mejor compañera de piso de Argentina y eres pa' comerte. A Guille, la rubia que nunca se calma y tanto me hace reír. A Fede: ¡no me olvido de pedirte por contrato!. A Paula Repetto, mi primer salvavidas cuando llegué y quien tanto me cuidó. A Bestushka y Osvaldo; los mejores y más locos momentos transcurrieron en esa motorhome. A mis chicas de vestuario: Cari, Daniela y Sol... sois increíbles, gracias por tanto. A Fede y Julián: los sonidistas con mejor onda del planeta. A Dante: el continuaste más divertido con el que he trabajado. A Paula mi Coach: trabajar contigo ha sido una delicia... Leonor hubiera flaqueado mucho sin ti.

A Mili, Ale, Matias, Axel, Diego: porque tener productores así es un regalo. A Fran: por

que con gente como tú en el equipo de dirección, trabajar es una maravilla. A Cami, Mariana, Sofi y Javi: los mejores amigos porteños que pude encontrar. A David, mi viaje sin ti y sin Astor hubiera sido muy distinto. A mí Laura Novoa: ojalá llegue a ser tan buena compañera como tú. Gracias por preocuparte tanto por mi.

A Maxi, Paula, Sofi, Facu, Juan, Alejandra, Vero, Sol, Guille, Bruno, Miranda, Sebas, Christian, Manuel, Matias, Coca, Clara, Ari, Gonza, Karina...

Lo siento si me olvido algunos nombres, pero quiero agradeceros a todos y cada uno de vosotros por regalarme siempre una sonrisa y un buen ambiente de trabajo.

Santiago y Soledad... Cuanto talento junto.

¡Mi Cami!

A toda esta gran familia, que llevaré conmigo siempre.

¡GRACIAS!