21 de abril de 2017

¿Qué es lo que más cuesta de ser vegetariano?

Cuando alguien repara en que mi alimentación es diferente, lo habitual es que surjan cuatro preguntas: ¿Por qué?, ¿hace cuánto que eres vegetariana?, ¿echas de menos comer carne? y por último: ¿que es lo que peor llevas de ser vegetariana?

Lo cierto es que siempre me sorprendo a mi misma narrando el mismo speech. Con las mismas bromas enquistadas:


Primero: cuento la anécdota del rodaje cuando discutí con una vegetariana porque no entendía como podía limitar tantos alimentos, y le recriminaba que estaba segura de que su dieta sería un aburrimiento. Segundo: aclaro el tiempo que llevo con mi nuevo estilo de vida. En tercer lugar: narro las pesadillas de los primeros días cuando soñaba que lamía lonchas de jamón serrano sin llegar a ingerirlas y me justificaba diciendo que si no me las tragaba no pasaba nada... Y por último, contesto a la pregunta de que es lo peor que llevo con siendo vegetariana: NADA.



¿Nada? ¡No es cierto! No es que mienta, sino que hasta ahora, no me había parado a reflexionar sobre “los problemas” que me ocasiona ser vegetariana. O ¿qué es lo que más me cuesta? Así que estos días me ha tocado darle vueltas al tema. Y a la conclusión que he llegado, es que:
ser vegetariano o vegano no es difícil. Lo difícil es ser consecuente.

Si no quiero formar parte de la industria cárnica, si no quiero que maten animales para ser ingeridos, tampoco puedo confraternizar con marcas que testan en animales. Que los encierran en jaulas y los exponen a productos sin saber qué tipo de reacción va a causarles. Y si quiero ser consecuente, no puedo llevar prendas de piel. Sería muy raro no comer animales, pero si adornar mi cuerpo con ellos.

A priori parece sencillo ser consecuente con mis ideas, pero lo cierto es que estoy encontrando serios conflictos a la hora de enfrentarme a algo tan sencillo como por ejemplo: vestirme. Y aunque la ropa, por norma general, deja algo más de margen, el calzado se ha convertido en mi peor problema. Incluso las marcas más comunes y accesibles de nuestro país, que ofertan zapatos a veinte y treinta euros, ¡comercializan con calzado fabricado a partir de animales!

Antes pensaba que los zapatos y los abrigos de piel costaban fortunas, pero vestimos y calzamos piel animal en más ocasiones de las que imaginamos.
Hay muchísimos materiales y tejidos de los que al menos yo no conocía su procedencia. Antes, tendía a relacionar: la piel animal con el cuero. Creía que sabía identificar un calzado de piel, a uno que no lo era. Pero no es cierto. Encontré zapatos con aspecto de acharolado que su composición es piel. Zapatos de ante, piel de serraje, incluso zapatillas deportivas que aparentan ser de tela, y acabaron resultando de procedencia animal.

Sin ir más lejos, hace cuestión de dos meses, salí a comer por el centro de Madrid. De camino al restaurante, los zapatos que llevaba comenzaron a hacerme daño, así que como me encontraba en la calle de las zapataerías por excelencia de Madrid (Augusto Figueroa), decidí comprarme uno que en ese momento aliviasen mis pies. No os exagero cuando os digo que entré en más de quince zapaterías en dónde no fui capaz de encontrar ni UN SÓLO PAR que no fuera de piel. Llegó un momento en el que empezó a parecerme una broma de mal gusto. ¿Cómo era posible que no tuvieran ni un sólo modelo que no estuviera hecho con animales? Y ya no os hablo de si me gustara el estilo del zapato o no. Eso pasó a un segundo término. Afortunadamente al fianal encontré una zapatería al principio de la calle, donde tenían unas “bailarinas” de otro material. Los únicos de toda la zapatería. Los únicos de toda la calle.



La gota que colma el vaso me la encuentro en forma de noticia a través de Los Replicantes. Donde publican un artículo en el que alertan a los consumidores de que nuestra ropa sintética podría tener piel de gatos, perros y conejos. Narran, incluso, la anécdota de una usuaria de Twitter que intuye que podría estar pasando algo así con unos zapatos que adquirió en una tienda que publicita como reclamo que no utilizan pieles en sus productos. Y tras ponerse en contacto con los miembros de Humane Society International y Sky News, descubrieron que el calzado estaba fabricado con piel de gato.

¿Os acordáis de esto? ¿Tortugas en forma de accesorio?


Ante cuestiones así, me resulta muy complicado vivir en armonía. Sin desconfiar. Sin tener que comprobar todo de manera insistente... Y la verdad, es agotador.

Intento explicarme cómo el ser humano ha llegado a este punto... Intento preguntarme por qué no ponemos de nuestra parte sin hacer sufrir a los demás. Intento preguntarme de dónde viene esa falta de empatía...


La peleterí­a no es sólo sinónimo de muerte, también lo es de sufrimiento. Los métodos utilizados para matar a los animales son estremecedores... Tanto en animales salvajes como en animales de granja.

Abro el debate de esta semana con preguntas como:
¿Existiendo alternativas sintéticas que combaten el frío y además son estéticas, es necesario vestir con pieles de animales muertos?
¿Somos conscientes de la composición de las prendas que compramos? ¿Cuántas veces nos paramos a pensar cómo han hecho el calzado que llevamos?

Marchando cafés dobles para nuestra mesa de debate de Las llaves de Casa.

7 comentarios:

  1. Comprendo totalmente tus inquietudes, llevo 3 años siendo vegetariana y me planteo mucho el tema de la ropa,cosmeticos y productos de aseo en general, es muy complicado encontrar en el mercado algo que no este hecho o testado con animales... a veces, se nos tiende a olvidar un poco, la verdad, y nos dejamos llevar por la moda...
    Respecto a que es lo que peor llevo de ser vegetariana, es una comida con amigos y/o conocidos tranquila.. es decir, sin comentarios del tipo.. "no comes carne por los animales??? Y los niños que pasan hambre no te dan oena?" "Pero si los animales estan para comernoslos.. es ley de vida" "de verdad que no quieres un poco de mi hamburguesa?? Mira miraaa..." etc etc etc

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    1. Hola Veronica,
      ¡Gracias por compartir en nuestro café de Las llaves de Casa!
      Me angustia leer que no puedes tener una comida tranquila con tus amigos o conocidos... Supongo que lo que haría yo es zanjar el tema de raíz. Tienen que respetar tus ideas, las compartan o no.
      Igual que tú no les obligas a ellos a cambiar si alimentación, no permitas que lo hagan contigo.
      Te mando un beso enorme.

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  2. Buenos días Sara!
    Me alegra mucho que hagas este post, desde que hiciste el primero sobre tu alimentación me picó la curiosidad. No tenía la más remota idea de estas dificultados que tienen los vegetarianos. Yo ahora no me atrevo a decir que no llevo zapatos con piel de animales, pero eso creo. Sinceramente nunca miro los productos de los que están hechos mis zapatos, sudaderas o cazadoras. Pero nunca me compro ropa de piel de animal, no por lo menos queriendo. Pero después de este post te aseguro que tendré mucho más en cuenta los productos de los que están hechos mis cosas. No uso maquillaje pero sé que también es complicado ser vegetariano y me fastidia cantidad, pero también sé que hay marcas que ayudan a los vegetarianos veganos o a gente que no quiere usar cosméticos probados por animales.
    Un beso enorme Sara!!

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    1. Hola Celia,
      Como leíste yo tampoco tenía ni idea hasta que empecé a investigar un poco sobre el tema...
      si tienes curiosidad, entra en la web de alguna tienda donde suelas comprar, y comprueba el apartado de "composición" de cada artículo... ¡te sorprenderás!

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  3. Hola Saraa, ya estoy de vuelta en tu blog😋, yo en mi caso la verdad que no suelo mirar la composicion de la ropa, pero creo que si realmente existen alternativas que no impliquen matar animales y que sean igual de cómodas no se porqué no se hace y en el caso de si somos conscientes de la composición de lo que llevamos yo creo que si lo fueramos la mayoría no compraríamos ropa ninguna jjajaj, por cierto Sara enhorabuena porque acabo de ver que estarás en la que se avecina la temporada que viene según he visto en un anuncio asique estaré encantado de verte en una de mis series favoritas. Un besoo

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    1. Hola Ignacio,
      Qué alegría tenerte de vuelta.
      De eso se trata. Existen alternativas sin crueldad ni sufrimiento animal...
      Con respecto a La que se Avecina, es una gran serie y estoy feliz de haber podido participar. ¡Espero que os guste el resultado!

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  4. Hola Sara!!! He llegado aquí por casualidad y me alegra mucho que personas con notoriedad pública hablen de estos temas ya que así probablemente lleguen a más personas, y por lo menos sembrar la semilla de la curiosidad y cada vez ser más conscientes de lo que hay detrás de un jersey de lana o una cazadora de cuero.
    Para mi no es difícil ser vegana lo difícil es saber lo cruel de esta industria y ser cómplice de ella. Muchas gracias por plantear este tema, grano a grano se forma una playa de arena. Un saludo

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