Son las 22.30 del viernes 27 de Agosto de 2016 y siento la necesidad de escribir. De desfogarme.
Hace media hora que he vuelto de mi paseo nocturno con la sra. Miel. Cada noche salgo a pasear con mis perros. Le dedico su tiempo a cada uno, sacándolos por separado y muchas de las noches, por no decir la mayoría, siento miedo. Paseo por parques con luz y aún así, hay momentos en los que siento que no debería transitar por ellos. Que algo malo me va a pasar. Y no tenéis idea de la rabia que me produce sentir algo así. Esta rabia va relacionada con el machismo. Con el sexismo. Con la violencia machista. Con la violencia de género.
Ilustración de Feminista Ilustrada. |
Esta noche, durante el paseo, vi a lo lejos a tres chicos de unos 25 años que se me acercaban.
—¡Eh, bonita!... morena, ¡ven aquí! —Los miro muy seria y ante mi cara de desprecio me chistan, me silban. Me insisten con que vaya. ¿De verdad no estáis viendo que estoy incómoda? ¿Que no hace gracia?