Pequeña gran escapada: Oporto

Historia de un jueves a domingo.
Huidas, evasiones, fugas, piradas, escabullidas...

Un La La Land en Oporto

Organizamos una pequeña escapada de jueves a domingo para conocer la cuidad portuguesa. En nuestra agenda no sólo primaba el turismo y las catas de vino, también aprovechamos para contratar un surf-camp para iniciarnos en un deporte que nos llamaba tanto la atención.

Nos quedamos en un pequeño hotel situado en el centro de la ciudad, para optimizar el tiempo y poder
ir andando a cualquier parte.

Oporto es la segunda ciudad más grande y poblada de Portugal después de Lisboa, con cerca de 250.000 habitantes en su centro urbano y un millón y medio en su área metropolitana.

La pequeña ciudad de Oporto se encuentra situada en la ribera izquierda de la desembocadura del río Duero al Norte de Portugal. Aunque no es una ciudad tan conocida como la capital portuguesa, Oporto cuenta con una historia bastante amplia y una serie de construcciones y monumentos de gran valor arquitectónico. Merecen especial atención la Catedral de Oporto, la Torre de los Clérigos, la Iglesia do Carmo o la Plaza de la Libertad.

¿Qué nos estaríamos contando?

El primer día lo dedicamos a visitar casco viejo de Opoto. Los datos a destacar, a parte de ser Patrimonio de la Humanidad, son sus fachadas de mármol colorido y la cantidad de iglesias con las que topamos.

Lo cierto es que la arquitectura nos llamó muchísimo la atención por sus contrastes... Topábamos con edificios verdaderas obras de artes apenas cuidados.

Almorzamos en un restaurante típico para turistas en Gaia, compramos pulseras de recuerdo, y quedamos asombramos por la cantidad de souvenir realizados a base de corcho, y catamos el vino de la casa.

Gaia

Cada loco con su tema

Después callejeamos un poco viendo los distintos monumentos, y para finalizar el día, fuimos a cenar a un bar que no quiero dejar de recomendaros llamado "Malos Hábitos" Esta casa transformada en un Café Bar ofrece variadas alternativas culturales: que van desde exposiciones, pasando por workshops y conciertos. La idea del sitio es apoyar al talento local e internacional, pero sobre todo al talento emergente. Además, cuenta con una extensa y riquísima carta vegetariana.

Maus Habitos

Las mañanas las dedicamos íntegras a hacer surf, y aunque la primera no fue muy productiva por estar la marea muy alta para principiantes como nosotros, la segunda fue tan divertida como intensa... He de decir que solo conseguí ponerme de pie en la tabla una vez (una vez y media si las medias cuentan). Es un deporte para el que se requiere muchísimo fondo físico y resistencia, pero muy estimulante... ¡Ahora quiero practicarlo todo el tiempo! Además, la experiencia de compartir la iniciación con amigos os la recomiendo cien por cien... Nosotros contratamos nuestras clases en Oporto Surf Tours, regentado por nuestro amigo George.

Cuando nos creemos surferos profesionales.

Otro gran descubrimiento fue el buffet vegano "Cultura dos sabores. - Natural Gourmet". El precio si no recuerdo mal fueron 12 euros por persona, y la comida merece mucho la pena. Además las chicas fueron encantadoras.

El arroz verde fue todo un descubrimiento

No quisimos perder la ocasión de visitar el Café Majestic. Situado en la popular calle comercial de Santa Catarina, abrió sus puertas en 1921 con el nombre "Elite" y diseñado por el arquitecto Joao Queiróz. Fue todo un acontecimiento para la época. Su fachada y paredes recuerdan a los años veinte y a mi querida Belle Epoque. Es una cita obligatoria, pero he de decir que nos costaron más tres cafés que una cena "a todo trapo" en cualquier otro lugar de la ciudad. 

Café Majestic

Si habéis seguido mi viaje a través de Instragram Stories, veréis que de manera repentina se nos ocurrió la idea de que ese viaje fuera eterno. Patricio, Lorena (mis compis viajeros) y una  servidora, decidimos hacernos un pequeñísimo tatuaje de recuerdo para inmortalizar el momento. Y aunque si hacemos autocrítica, llegamos a la conclusión de que fue una malísima idea (hacerse un tatuaje estando de vacaciones no es una buena decisión), tuvimos la suerte de que nos recomendaran un estudio con un tatuador muy profesional y con muy buenas referencias: "Old Sailor" en el Centro Comercial Foz Porto (Avenida do Brasil). No sólo fue muy simpático, y nos hizo un gran trabajo, sino que al finalizar se ofreció a repasarnos el tatuaje si volvíamos a Oporto, o si teníamos alguna incidencia.

Tan feliz la niña...

La escapada fue muy corta e intensa, pero como veis, nos quedaron muchas cosas por hacer: desde visitar la famosa librería de Harry Potter, hasta subir en el teleférico. Pero son buenas excusas para cuando tengamos tiempo, y volvamos a escaparnos a esta pequeña y mágica ciudad.

¿Y vosotros? ¿Conocéis Oporto? ¿Qué pequeña escapada recomiendas? Voy preparando nuestra cafetera para escuchar sobre vuestras huidas, evasiones, fugas, piradas, escabullidas... favoritas.