Tengo la suerte de vivir cerca del río, y es algo que
aprovecho al máximo. Uno de mis mayores hobbies es salir a caminar o en bici
con mis perros. Disfrutamos de largos paseos mientras la señora Miel sube y
baja la colina, cientos de veces, para jugar con los patos y refrescarse, aunque sea invierno. Pero el otro día, la ruta se truncó a mitad de camino:
Llegamos a una parcela, cerca del río, vallada de forma muy chapucera. Se podía intuir que era ilegal. Tenía una chabola que parecía estar a punto de desplomarse y extrañamente un huerto bien
cuidado, y con algunos árboles frutales. Y en el centro de la parcela un árbol, donde había un perro atado. La
correa no tenía más de un metro, y el perro daba vueltas alrededor del árbol y sobre
sí mismo de manera compulsiva y muy ansioso. Tenía un cubo con lo que creí intuir agua, y otro supongo
con comida, pero sus alrededores estaban llenos de heces.
Frené en seco. No entendía cómo en una parcela tan grande, podía tener unos trescientos o cuatrocientos metros cuadrados, el perro tenía que estar atado a un árbol, y con una correa así de asfixiante. Me acerqué a la valla, intentado ver si estaba el dueño por allí. Tratando de entender lo que mi vista percibía. El perro estaba cada vez más nervioso, y por mucho que yo intentaba llamarlo para distraerlo, no desistía. Me fijé que junto al árbol, y al no tener ningún refugio o caseta, el perro había hecho un agujero enorme en la tierra, para poder refugiarse del calor y del frío de la noche.
La finca que perturbó mi paseo. |
Nunca he denunciado un caso de maltrato animal, así que no sabía cuales era los pasos a seguir. Lo primero que se me ocurrió fue mirar la web de PACMA. Tienen una pestaña llamada “Yo denuncio”, donde explican: ¿Qué se puede denunciar?, ¿quién puede denunciar? y ¿cómo denunciar?.
Opté por la recomendación de llamar a la policía. Creía
que sería más rápido que
redactar la denuncia, y así el perro no tendría que pasar otra noche en esas condiciones.
redactar la denuncia, y así el perro no tendría que pasar otra noche en esas condiciones.
Llamé al 091, y al explicar un poco el caso, me derivaron
al 092. Así que después de volver a contar la situación, y de no ponernos de acuerdo
de dónde mandar la patrulla, ya que los tramos del río no están numerados,
quedamos en que la enviaran a mi casa, para poder acompañarlos yo hasta el
lugar exacto.
En el coche patrulla, me encontré con dos agentes. Uno de
unos cincuenta y pico, y otro chico más joven, rodando los treinta.
Se bajó el mayor para atenderme. Le expliqué el caso, y
antes de que acabara, como un torbellino, un mar de excusas inundaron la
conversación. Intentaba escaquearse de ir al encuentro del animal.
Primero le dijo a su compañero: - ¡pufff!, en el río dice… (mientras se reía de
mi por ilusa, al pensar que ellos iban a ir hasta allí).
La siguiente excusa fue que su distrito sólo correspondía a la orilla derecha del río y la izquierda no era de su competencia, así que no podrían actuar. No exagero, cuando os cuento que estuvimos más de cinco minutos discutiendo si me iban a acompañar para verlo. Que ellos sin
su coche no iban a ningún lado, que no se podían acercar caminando. (A pesar de
mis advertencias de que era un camino al que no se podía acceder con el
vehículo, y que había varios puentes por los que ni siquiera nos dejaban
circular subidos en la bicicleta). Me decía que quizás yo estaba exagerando, y el
perro estaba, seguramente, en buenas condiciones...
Me cabreé mucho con la situación. Le espeté que no
entendía lo que me estaban diciendo, y que si no podía contar con la policía, a
quien debía llamar. Su compañero de la centralita me pidió que me desplazara hasta allí para acompañarlos hasta el lugar exacto, (en vano) y yo sola no
podía ayudar al animal, ya que aquello estaba vallado. Así que para no aburriros, al final decidieron
acompañarme con la boca pequeña y a regañadientes. Ellos en su coche, al que no
querían dejar aparcado, y yo a pie. Así fuimos durante unos quince minutos.
Al llegar al puente se bajaron del coche, y al yo
decirles que tan sólo era un minuto a pie, me acompañaron hasta la parcela. Pero cuando por fin llegamos… ¡el perro no estaba!. No podía
creer lo que estaba viendo. Notaba como me sonrojaba mientras el policía mayor,
me miraba con cara de “¿Y ahora qué, señorita mentirosa?" —¡Le prometo que el perro estaba atado
a ese árbol! No sé si quizá el dueño ha visto la patrulla y se lo ha llevado. O
el perro se ha escapado… No entiendo qué pasa… Quizá se ha metido en el agujero
que él mismo ha cavado para poder refugiarse… Aunque si fuera así, se vería la
cadena… La verdad es que no sé… (No se me ocurrían más argumentos para demostrar que no mentía, tampoco una explicación válida sobre lo que había pasado).
Continué justificándome, intentado demostrar a la policía
que no estaba loca. Y para mi sorpresa, el policía mayor, con quien tanto había discutido, se lo tomó bien. Intentó tranquilizarme diciéndome que él adoraba
a los animales, y que en mi lugar también hubiera llamado si creía que había algún tipo de maltrato animal. Me dijo
que no quería que me fuera con la impresión de que la policía no hacía su
trabajo, así que iban a echar un ojo por los alrededores de la finca a ver si
veían algo.
Los dos policías subieron por el camino de tierra que bordeaba la finca, inspeccionando la zona. Mi cara sonrojada y yo, mientras esperábamos, intentamos llamar al perro y silbarle por si se había escapado y estaba escondido en algún sitio. Y de repente, al oír mis silbidos… ¡un par de orejas puntiagudas asomaron a ras del suelo!.
—¡Ahí está!, mira, ¡ahí está!.
El pobre perro se había escondido, en el agujero que él mismo
había hecho, para no pasar frío. Los dos policías siguieron subiendo el camino de tierra,
hasta dónde tenían mejor visibilidad. Estuvieron un par de minutos hablando entre ellos, y
señalando la finca, mientras yo esperaba abajo con mi nueva cara de satisfacción y
reproche de “¿veis como no estoy loca?”
Al bajar, me dijeron que efectivamente esas no eran
condiciones para tener un animal. Citaron las heces alrededor de la comida, la
correa de tan sólo un metro que mantenía al perro encadenado al árbol, y la falta de
cobijo. Pero concluyeron diciéndome que al ser una finca privada, ellos no podían actuar. Iban a
redactar un informe con lo que habían visto, para que sus compañeros, en otro momento, vinieran a
pedirle la documentación del perro al dueño de la finca, y así poder actuar.
No estaba convencida de que el perro volviera a pasar más noches en la misma situación hasta que los trámites se resolvieran. Estaba segura de que era una finca ilegal, y no entendía como alguien podía vallar un espacio público, agenciárselo y que la policía no pudiera hacer nada. A mí no me importaba llevarme el perro a casa, al veterinario y cuidarlo hasta encontrarle una familia (ya que yo por espacio en casa sólo podría tenerlo un tiempo). Y en medio de la conversación, apareció un chico a hablar con nosotros.
Se acercó con su móvil en la mano, diciendo que había
escuchado lo que hablábamos. Traía un mapa militar actualizado, dónde aseguraba que eso no era una finca privada como decían los agentes, y que yo
tenía razón. Los policías creían que era mi novio, que me estaba ayudando a
convencerles, pero después de aclararles que no, dijo que él paseaba por ahí
habitualmente, y que esa finca era de unos ancianos que la tenían como hobby.
Nos contó también, que el señor que tenía la finca, venía cada mañana a cuidar sus plantas,
y que quería mucho al perro.
Le dije que no me parecía mal que el señor viniera a
plantar lo que quisiera, que nadie quería quitarle sus árboles, pero
que el perro no podía estar así. Así que la discusión acabó con una
recomendación de los policías, diciéndome que si el hombre venía por las mañanas, volviera al día siguiente, y llamara de nuevo a la policía para que le
pidieran la documentación del perro, (que ellos estaban seguros no tenía), y así
podrían actuar con rapidez.
Raúl, La señora Miel y servidora en misión rescate. |
A la mañana siguiente, mi chico, la señora Miel y yo,
madrugamos para ir al rescate de nuestro amigo perruno. Cogí la correa del
señor Coco, por lo que pudiera pasar, y fuimos hasta el río.
Al llegar, el perro estaba suelto, y justo en ese momento estaba a dos patas jugando con su dueño, como loco de contento.
El señor que regentaba la finca tendría como unos ochenta años. Andaba de un lado para el otro, mientras regaba y acicalaba la
finca, y el perro le perseguía corriendo. Parecía una imagen de película. La felicidad absoluta.
Aquello desde luego, es lo último que me esperaba. No sabía qué hacer. El perro parecía feliz y el señor
tenía pinta de todo, menos de mala persona.
Intenté llamarlo varias veces, pero el señor no me
escuchaba. Hasta que mi amigo perruno se acercó ladrando cual perro guardián.
Así fue como el hombre se percató de nuestra presencia, mientras yo le pedía por señas que se acercara.
El señor estaba un poco sordo, y me costó iniciar la
conversación. Le conté lo que había pasado ayer. Que había llamado a la
policía, porque el perro no estaba en las mejores condiciones. Que me había
asustado mucho al verlo con una correa tan corta, atado a un árbol y escondido
sin ni siquiera tener una caseta en la que refugiarse . El señor se sorprendió mucho de lo que le estaba
contando. Me dijo que la correa tenía tres metros, pero que es
cierto, que cuando se pone nervioso, al dar tantas vueltas al árbol, la correa
se le acorta. Que le había hecho una caseta grande y dentro le había puesto colchones (que
luego me mostró) pero que en verano, al darle mucho el sol, el perro no podía
dormir ahí y por recomendación de su mujer, le
agenciaron aquel sitio debajo del árbol porque era donde único había sombra. Me dijo que él va religiosamente cada día, y si una
mañana no podía porque tenía médico, iba por la tarde…
Pepe dejó de ser un perro guardián. |
Se convirtió en un cachorro glotón. |
«Mientras yo estoy en la finca, Pepe está suelto y juega
por donde quiere, pero al irme, lo tengo que dejar atado al árbol. Ahora en
septiembre, cuando refresque un poquito, lo dejaré en la caseta que construí para él ».
Yo me encontraba, y me encuentro, en un dilema tremendo.
Al ver a Pepe de cerca, entendí que el perro está estupendo. Es un cachorro
de 8 meses, con mucha energía y sano. Su dueño y él se quieren mucho, pero no
me gusta la cantidad de horas que pasa solo y atado a un árbol, mientras hace sus
necesidades al lado de su comida.
Me planteo muchísimas cosas. Que hay perros que tienen
dónde pasar la noche (en un piso de céntricas ciudades) y quizás estén más infelices,
porque sus dueño ni siquiera los sacan a pasear. Se pasan doce o quince horas
solos, mientras sus dueños trabajan, o salen por ahí, aguantándose sus
necesidades porque seguramente si se les escapa un pipi, para que sus dueños no les peguen y riñan por habérselo hecho en casa. Salen y comen a las horas que los dueños estiman
oportuno, y a los pobres perros no les queda otra que acatarlo.
Me marché del lugar sin saber qué hacer. Tengo un sabor
agridulce y la sensación de que no he hecho todo lo que podía. ¿O sí?. No tengo
ni idea.
Lo único que sé es que yo a mis perros, no los considero
“mascotas”. Mis perros son mis amigos, y yo soy responsable de ellos. Intento
tener sentido común, y cuidarlos lo mejor que sé. Dedicando mi vida a ellos, y
dejando incluso muchos días de hacer planes para que ellos no estén solos, o se
tengan que aguantar las ganas de orinar. Dejando cafés a medias, para pasar un rato más a su lado… Y aún así… me planteo: ¿estoy yo en lo
cierto?
Supongo que todos pensamos que hacemos las cosas bien.
No sé si Pepe es feliz. ¿Sería más feliz si hubiera
llamado de nuevo a la policía y se lo hubieran llevado a una perrera? ¿Lo
adoptaría una familia y sería más feliz? ¿Menos? ¿tendría posibilidades de ser adopatado?...
Me despido queriendo saber ¿qué hubierais hecho
vosotros?. Quizá podéis ayudarme a resolver éste dilema.
Un beso gigante y ésta semana en especial, me alegro
mucho de que hayamos hecho tantas copias de Las llaves de casa, para que me
ayudéis a resolverlo entre todos.
Buenos días Sara.
ResponderEliminarA mí me encantaría tener un perro cuando pueda independizarme -ojalá pronto-. El día que me independice sé que quiero tener un perro pero también sé que tengo que poder permitirlo cuidarlo como se merecen: su veterinario, su higiene, su comida, pasearlo, quererlo... Porque si se tiene un animal es para cuidarlo y quererlo.
Creo que hiciste bien en todo momento. Cuando creíste que el perro estaba en peligro y descuidado llamaste a la policía -que quizás no se toman estos temas con toda la seriedad que merecen siempre- y cuando comprobaste que Pepe esraba bien y es feliz ¿qué podías hacer? Pues dejarllo seguir siendo feliz. Quizás si de terminar con otra familia terminara echando de menos a sus dueños y fuera peor para el perro.
Mi consejo es este: lo hecho, hecho está. No te preguntes el típico "y si...?" porque no tiene sentido, te preguntas constantemente lo que hubiera pasado si hubieras actuado de otra forma pero ya no puedes volver el tiempo atrás.
Paseas por allí con mucha frecuencia así que tienes la oportunidad de ver como está Pepe cada vez que vayas con la Sra Miel y el Sr Coco.
Un feliz finde para los 4 😘😘
Pd: te confieso algo. Hay parejas que te gustan que esten juntas que hacen buena pareja. Pero a mí me pasa que ademmás de esas parejas, hay algunas que me transmiten el amor que se tiene, y tú y Raúl sois una de ellas. Besazo enorme para tu pequeña familia 😘.
¡Hola Inma! Gracias por tu consejo.
EliminarPaso casi cada día a ver a Pepe, todo sigue igual, pero seguiré yendo para echarle un ojo.
Con respecto a lo de tener un perro cuando te independices, he de decirte que es una responsabilidad en mayúsculas, pero te dan incluso más de lo que reciben. Me permito el lujo de recomendarte que, si estás interesada en tener un perrete, lo adoptes.
Te mando un beso enorme, y gracias por tomar café en Las llaves de casa.
Buenos días preciosa!!
ResponderEliminarLo primero de todo decirte que estoy muy orgulloso de lo que has hecho y que cada vez más demuestras lo maravillosa persona que eres y por eso te queremos tanto tus fans y te seguimos a todos lados! jejejeje
Yo sinceramente , no me hubiera atrevido a llamar a la policía , lo confieso , soy un cagón! Me quito el sombrero (aunque no tenga ninguno puesto) por tu valentía!! Bravo!!
A mi siempre me han encantado los perros , mi raza favorita es el Carlino , Bulldog y parecido! Son tan monos y achuchables...
Lo que pasa es que como vivo con mis padres aún , mi madre no quiere perros , seguramente porqué no confía en mí para cuidarlo , todo sea dicho! En un futuro si logro independizarme o vivir en pareja me encantaría tener un Carlino o Bulldog y mimarlo como si fuera un hijo!
Siempre es un placer tomar un café contigo y que sean muchas más(también en la realidad) jejejejeje
Besitos con mucho amor! :)
¡Hola Fran!
Eliminar¡La policia está para ayudarnos, y no para tenerles miedo! Así que no debes preocuparte... Si en algún momento topas con algún tipo de maltrato, espero que tú hagas lo mismo, y no te angustie el hecho de tener que llamarles.
Como ya sabes, el señor Coco es un bulldog francés, y yo no puedo quererle más. Pero es cierto que son razas complicadas. Sufren muchas alergias, problemas de columna... Mi consejo es que, si cuando te independizas sigues queriendo tener un perro, lo adoptes. Hay miles de perretes monos y achuchables que están deseando tener una familia y que les agobien de tanto beso.
Para mi también es un placer que tomemos este café juntos en Las llaves de casa. Un beso gigante.
¡Hola bonita! Es un placer volver a leerte otro viernes más. Suelo dejarte pocos comentarios en tu blog, cuento con poco tiempo para hacerlo, pero la historia que acabo de leer me parece muy conmovedora, y por suerte o por desgracia, hace un par de semanas me pasó algo similar. Decidí salir a dar una vuelta por una senda cerca de la casa de mis abuelos, y, desgraciadamente, me encontré un perro en una situación desastrosa y muy desagradable. Parecía estar perdido, estaba sucio, desconcertado y asustado. Me acerqué para ver si tenía algún collar con su nombre, y así preguntar por su dueño en los alrededores, pero nada. Decidí cogerlo después de varios minutos intentando ganar confianza con él. Me ponía muy triste y de mal humor ver como la gente caminaba a cierta distancia de aquel animal como si de una enfermedad se tratase y nadie me prestó su ayuda. Después de haber ganado esa confianza, lo llevé a un veterinario que estaba a unos 5km más o menos de allí. No podía llamar a nadie porque me había dejado el móvil en casa y tenía que hacer algo para ayudarlo. Al llegar al veterinario, un chico que se mostraba detrás del mostrador me dijo, tras escuchar la historia, que no podía hacer nada, que probablemente se había escapado de su entorno y se había perdido. Así que salí de allí indignada y me senté en una acera junto a él con un mar de dudas en la cabeza porque no sabía que iba a hacer. Decidí volver a entrar en el veterinario y le pregunté al chico si podría darme un poco de agua para él porque el pobre estaba deshidratado. Finalmente, le dije que yo me llevaría al perro a casa si me dejaba dejarle allí mi número de teléfono por si el dueño aparecía, y así fue. Volví a casa con él y al cabo de dos horas me llamaron preguntando por él. Llevaba tres días desaparecido y el dueño estaba desesperado. Me ofreció dinero como recompensa y, por supuesto, no lo acepté. Quedamos en una zona próxima a donde había pasado todo aquello y le se lo entregué. El señor lloraba de alegría por haberlo encontrado, me lo agradeció mil veces, y el perro se puso la mar de contento. Me sentí muy feliz por haber hecho lo que hice y me siento bien compartiendo esta historia contigo. ¡Gracias por compartir este café! Nos vemos el próximo viernes. ¡Mil besos!
ResponderEliminar¡Qué maravilla Iris!
EliminarCuánto me alegra que no hayas mirado para otro lado. Hace unos años, el señor Coco se escapó de casa. Fueron solo 24 horas, pero lo pasé tan tan mal, que no puedo ni explicarlo. Así que entiendo por lo que pudo pasar el dueño del perrito y lo feliz que debe estar de haberlo encontrado.
Mil gracias por compartir la historia, debes estar muy orgullosa. Mil besos, y nos vemos en el próximo café.
Hola Sara
ResponderEliminarNunca he escrito en ningún post, pero... Es que al leerte parece que tus palabras eran mías. He leído cada frase tuya como si saliera de mi boca, de mi mente. Gracias por no mirar hacia otro lado. Qué gran dilema! Hay un pequeño alivio al saber que ese peludito no está realmente desatendido, pero el sentimiento de abandono y rabia es más fuerte al pensar que el pequeño de cuatro patas solo se puede conformar con eso...
Efectivamente... Ojalá nuestros amigos peludos hablaran, y así podríamos preguntarles qué quieren exactamente.
EliminarGracias por compartir en el café de Las llaves de casa.
Buenas tardes Sara la verdad es un post un tanto extraño pero tambien un post que necesitabamos todos, yo creo. La verdad es una situacion un tanto complicada porque una vez que ves que el perro es feliz estas como atrapada en un sinfín de opciones que quizás salen bien o quizas no. Yo lo que haria seria ir de vez en cuando a ver al perro y su es tu ruta matinal o semanal, quizas podrias quedar con el dueño en poder entrar en la finca y estar un rato con el para matar su momento de soledad, siempre y cuando te apetezca. Desde luego es tu vida, tu tiempo y lo tienes que emplear que lo que a TI te haga feliz. Es solo una opinion. Y Sara de verdad nose lo que haces pero el cafe cada vez sabe mejor! Te quiero princesa!❤
ResponderEliminar¡Hola Celia!
EliminarEso es lo que hago. Voy cada día o cada dos al encuentro con nuestro amigos Pepe. ¡Gracias por tu consejo!
A mi también me sabe mejor cada café y es por la compañía.
Un besazo.
Buenas tardes saraa, hoy te escribo más tarde porque llevo toda la semana de viaje y ahora estoy en Madrid y acabo de sacar un rato para tomar el café de hoy. En mi caso yo tengo una perrita de 7 meses a la cual la queremos mucho, pero yo creo que has hecho bn en dejar al Pepe con su dueño, pues el perro solo quiere estar con el, y por tu relato diría que está muuuy contento cuando está con él pero yo quiza le pondría un Correa mucho más larga para que le diera un poco más de libertad, yo creo que ese caso es como cuando te enamoras de alguien, evidentemente necesitas comer por muy enamorado que estés, pero por estar con esa persona dejarias de comer durante todo el día, por lo menos es lo que pienso yo, que mientras el hombre vaya a verlo, lo saque un rato, le limpie las cacas y le de de comer, el perro va a ser feliz. Por otra parte felicitarte por tu post de hoy y comentarte que hoy voy al teatro a ver Test, nose si sabes cual es? Ya te contaré si te apetece y no la has visto que tal me ha ido. Un beso
ResponderEliminarHola Ignacio,
EliminarEl tema es que no sabemos si Pepe querría otra cosa. Los perros son animales muy agradecidos y fieles. Incluso hay perros que son maltratados (no hablo de nuestro amigo Pepe) que reciben palizas y aún así se ponen contentos al ver a esos degenerados.
Como ya te digo, este no es el caso, pero de todas maneras seguiré yendo a visitarlo siempre que pueda para asegurarme de que está todo en orden.
La obra de teatro no sé cual es. ¿Te gustó? Espero que nos cuentes tus impresiones.
Un beso.
Hola saraa, pues si la verdad que me ha gustado mucho, es una obra de humor, que gira en torno a un dilema, que elegirias, 100 mil euros ahora o un millón de euros dentro de 10 años, la comedia esta muy bien, si quieres pasar un buen rato te la recomiendo, un besooo
EliminarBuenas madrugadas Sara!!Me llamo Cristóbal Hoy te acompaño tomando este café rodeado de los apuntes de mi oposición.
ResponderEliminarEn primer lugar, quiero agradecerte tu actitud e implicación por ayudar a Pepe. Todos los que tenemos animales y compartimos nuestra vida con ellos,no me gusta tampoco el termino mascota, sentimos esa sensación conjunta de rabia y pena al encontrarnos un caso de abandono o maltrato animal.
En mi opinión,Sara,creo que has actuado perfectamente, entiendo esa duda que puedes tener a la hora de pensar si el animal las horas que va a estar sólo no estaría mejor acompañado por alguien o en mejores condiciones que amarrado a esa cadena hasta que llegara su dueño.
He vivido algún caso parecido y aunque parezca mentira, el animal, no fue féliz con su nueva compañia. Volvió con su primer dueño,eso sí, exigiéndole unas medidas mínimas de higiene y asegurándome que todo no quedará en buenas palabras,sino en hechos.
Con esto quiero decirte, antes de despedirme,que si normalmente te gusta pasear en bici,ahora con más motivo y siempre que tú tiempo te lo permita, tienes a un "compañero" esperándote en tus paseos cerca del rio dispuesto a degustar alguna golosina del Sra.Miel... :)
Mi perro Deseo y yo te mandamos un beso enorme desde Tres Cantos (Madrid) y os animamos a venir a pasear un día por su fantástico Parque Central. Miel y Coco fliparán con los Cisnes!!
Muuuak
Hola,
Eliminar¡Lo primero desearte mucha suerte con tu oposición! Y lo segundo agradecerte que compartas tus anécdotas con nosotros en este café.
¿Has vuelto a saber algo de aquel perrito? ¿sabes cómo continuaron las cosas?
Un beso para ti y para Deseo.
¡Muchas gracias! Para mi es un placer poder compartirlas y sobre todo comprobar que cada uno de nosotros desde su ciudad o pueblo,tenemos algo en común,defender los derechos de los animales.
EliminarSi,tengo noticias cada semana de él y son buenas(salgo a entrenar por su zona y siempre que voy alguna golosina se lleva.
La mentalidad un poco antigua de su dueño era el principal problema(concepto:el animal sólo está hecho para trabajar porque yo lo digo) y al quedarse sin él,recibió su propia medicina.Ahora son inseparables y las medidas higiénicas mejoraron mucho,aunque he de reconocerte que me sentía un poco inspector Gadget vigilándole para que lo cumpliera ;)
Un besote y lengüetazo de Deseo
Hola Sara, como ya ves todos los sabados tienes mi comentario para decirte q me encantas. Me parece perfecto lo que hiciste yo hubiera hecho lo mismo o no se si hubiera hecho tanto como tu principalmente xq tengo 16 años y a mi si que no me hubieran creido x mucho q les hubiera insistido. Yo si fuera tu, siempre q estuvieras dando un paseo con tus perrillos la señora miel y el señor coco, me pasaria x alli para ver como esta pepe.
ResponderEliminarDe todas maneras yo a veces creo q la gente q tiene perro no se da cuenta de la suerte q tiene y de la responsabilidad y el tiempo q requiere un perro, q no es solo para un rato. Yo daria cualquier cosa xq mis padres me dejaran tener un perro. Bueno y eso es lo q creo yo, me ha encantado este post y como siempre te digo eres increible, y soy tu mayor fan sin duda y con este post aun mas xq no todo el mundo se hubiera atrevido tanto como lo has hecho tu. Un beso muy grande de Nati
¡Hola Natalia!
EliminarLa vida adulta está repleta de responsabilidades y problemas, y te aseguro que no tardará en aparecer, así que éste es tu momento. Tu momento de disfrutar de la libertad que otorga la adolescencia. (Cuando mis padres me lo decían yo no les creía, me moría de ganas de hacerme mayor)
Así que, cuando menos te lo esperes, ya vivirás sola y tendrás tu independencia, y tu perro si así lo quieres.
Te mando un beso gigantesco, y gracias por hacer uso de tu copia de Las llaves de casa.
Hola Sara,
ResponderEliminarCreo que hiciste en todo momento lo correcto, entiendo perfectamente tu dilema ya que soy igual... hace una semana iba a un supermercado a comprar, eran las nueve y diez de la noche y al entrar habían dejado un perro no muy grande atado fuera a una farola, tengo que decir que cuando los veo así, yo lo paso mal… posiblemente peor que los dueños, pero bueno entré, compré y al salir seguía ahí... Además, estaba llorando y mirando hacia la puerta con ansiedad de que saliera su dueño/a... y estaba caminado por la acera y pensé no... no puedo irme porque voy a estar intranquila, lo mismo podía ser que alguien estuviera comprando o que lo hubieran abandonado de verdad, en fin... allí me plante con mis bolsas, disimulaba con el móvil pero pendiente de que salieran pronto (llegue a pensar que quien me viera igual pensaba que me lo quería llevar pero lo único que quería era que saliera su dueño y quedarme tranquila) pues casi a las nueve y media a punto de cerrar, ya hacia 20 minutos desde que yo había pasado y entrado a comprar y el perro seguía allí, bueno por fin salió una señora tranquilamente con el carro a tope y vi que era la dueña porque el perro se alegró de verla y reacciono súper contento porque lo que tenía era ansiedad de estar solo...
Esto no es la primera vez que lo hago, (tengo otra anécdota en correos, pero lo dejo para otro post jijiji).
Yo tengo dos perras recogidas de refugio, como bien has dicho tú, para mi son mi responsabilidad y nunca dejaría atada a una perra mía, ni para comprar una barra de pan, por favor que luego vienen los disgustos y lloros, así que aplaudo tu acción en ese momento, menos mal que aun que muy poco a poco está cambiando la mentalidad de las personas y se consiguen más cosas por los animales, quiero pensar así, aunque por desgracias existan seres despreciables que no valoren lo que es una vida ya sea de un animal persona o aun árbol.
Bueno dicho todo esto te felicito por tu Blog te sigo en Instagram hace ya tiempo y ahora también por aquí.
Muchos besos!
¡Hola Noemi!
EliminarEntiendo tu sensación de no querer irte porque estás intranquila. ¡Me parece estupendo que esperaras para asegurarte!
Yo cuando veo un perro atado por fuera, normalmente me acerco a achucharles y ellos me ignoran porque están mirando a la puerta ansiosos porque salgan sus dueños.
Por otra parte, te quería dar las gracias por compartir que tus perritas vienen de un refugio. La mayoría de gente que quiere tener un perro por primera vez, me comentan las razas que les gustan, y eso prima antes que el hecho de querer compartir tu vida con un animal.
Ojalá pronto se acabe la venta de animales en comercios, y así la gente dejará de comprar por capricho y sin consciencia.
¡Un beso enorme y gracias por seguirme!
Hola Súper heroina!
ResponderEliminarFuimos puntuales el viernes, leímos el post calentito, tan calentito que necesitamos un día para que la sensibilidad no se apropiara de la responsabilidad en nuestra interpretación de "que hubiéramos hecho"
En primer lugar gracias! Gracias por preocuparte y cuidar de los animales como merecen!
Pues debemos reconocer que la mayoría hubiese mirado para la otra parte del río sin conciencia alguna. Por ello gracias una y mil veces por tu noble actitud y valiente acción al insistir para hacerte escuchar! Por no desistir en su rescate!
Poco más puedes hacer al conocer el amor que Pepe le tiene a ese señor! Más que conseguir que el señor nos dé una dirección y todos ayudemos a Pepe a no Coger pulgas y garrapatas en el campo, o para mandarte una cama de invierno, y cuanto podamos aportar. Ahora eres su súper Heroina, pasas por ahí a diario y veras su buena o mala vida! Es entonces cuando sabras que deberíamos hacer cualquiera, en tu situación! El tiempo te dará la razón!
Ojalá todo el mundo tuviésemos el corazón y el coraje necesario para demostrarlo! Brindamos por ello!
Desde Gianin reivindicamos el amor a los animales!
����
Por cierto, en tanto espacio para estar suelto, donde tiro al señor?
ResponderEliminarLe pueden dar otra oportunidad para estar suelto y enseñarle a no tirar a las personas. ahora es todo energía y es normal su efusividad, pero le están quitando la mejor parte de su vida...
¡Hola amigos de Gianin!
EliminarNo soy ninguna heroína. Tan sólo intento aportar un granito milimétrico de arena en que las cosas se hagan bien, y no sufra ningún animal. Por lo que pude ver, el perrito ya tiene su caseta bien acondicionada por dentro. Ahora solo queda esperar a que no siga atado al árbol y pueda usar su refugio.
Por lo visto el perro se escapó por debajo de la valla, y salió de la parcela. Así fue como tiró al señor de la bicicleta, y por lo que no lo quieren dejar suelto.
Gracias por ofrecerte a colaborar con Pepe. Es una maravilla encontrarse con personas asi.
Os mando un beso enorme enorme, y gracias siempre por estar en los cafés de Las llaves de casa.
Hasta la próxima semana.
Hola Sara! He leido con atencion tu historia y creo que obraste correctamente. Es normal esa sensacion agridulce que sientes con la resolucion de la situacion, pero es probable que para Pepe sea mejor estar amarrado ciertas horas a que se lo lleven a una perrera....
ResponderEliminarTe aconsejeria que observaras un tiempo la evolucion del caso. Ver si realmente el señor, cuando caiga el frio lo ubica en su caseta....y entonces, tomar otras decisiones.
¡Hola Sara!
ResponderEliminarA mi parecer, hiciste en todo momento lo que considerabas mejor y creo que ya por eso, actuaste de la manera correcta.
Cuando eres coherente y fiel a tus principios, no hay duda que valga. Has hecho lo mejor y te quedas con la conciencia tranquila.
Sería ideal que todos actuásemos con esa valentía y coraje ante este tipo de situaciones.
No tiene nada que ver pero ¿sabes qué me produce rabia y molestia? La poca aceptación de los animales cuando quieres alquilar un piso.
Vivo en Tenerife y me resulta practicamente imposible encontrar un piso donde acepten, en mi caso, a mi gatito Doro.
Entiendo que no es casa propia y cada uno pone sus normas o requisitos a la hora de alquilar su vivienda. Pero me sorprende mucho que sean tantas las personas que en el anuncio pongan "no se aceptan mascotas de ningún tipo"
Habrá que seguir buscando...
Un gran post. Gracias por compartirlo.
Buenas tardes, Sara. Ya me he puesto al día con tus últimos post que no he podido ver antes...
ResponderEliminarYo creo que actuaste correctamente, llamaste a la policía porque creías que ese perro no se encontraba en las mejores condiciones, pero al ver al día siguiente que el perro se divertía con su dueño... Me ha gustado mucho la última reflexión que has hecho: ¿qué es lo correcto? Quizás ese hombre podría estar más con su perro, es cierto, pero muchos ni siquiera los sacan a pasear, como bien dices. No sé... Es complicado. Siempre puedes ir a ver a Pepe y comprobar que todo va bien, puede que incluso os hagáis amigos y juegue con tus amiguetes ;) Un beso
P.D: Me ha encantado el post de 'Alerta con los “destroza salud" y "destroza psiquis e ilusiones”'
Por cierto, llevo una cuenta de Twitter e Instagram para encontrar hogar a perretes abandonados, es @ascaanasoc
EliminarSi te apetece pasarte... ¡Te esperamos!
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ResponderEliminarHola Sara!! Acabo de descubrir tu blog y me estoy empapando de todos tus posts, me parecen super interestes. Me gustaría comentar este aunque llegue un poco tarde, porque yo tambíen me hago las mismas preguntas que tú. Tengo 2 perritos, un carlino y una labradora. La labradora es muy jovencita y tiene muchísima energía.Le encanta salir, corretear y explorar todo. La saco 3 veces al día con paseo largo incluido, pero a veces cuando la veo en el piso, me planteo si sería más feliz en el campo. Aquí tiene de todo, su camita, resguardada del frío y del calor, comida, agua y muchos mimos, pero siempre me asalta esa duda. ¿Serán más felices los perros que viven en grandes campos donde corretear a sus anchas aunque pasen más tiempo solos y tengan más incomodidades? Pero, al menos me consuela ver a mi perrita feliz y cariñosísima!! Por último, decirte que yo hubiese actuado de la misma manera. Te preocupaste de su salud y su situación y has hecho todo lo que está en tu mano. A veces no se puede hacer mucjo más, pues no podemos cambiar el mundo solos. Un besote enorme guapa. Te sigo leyendo.
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